Rose respiraba pesadamente acunada entre mis brazos; seguía sujeta a mi camiseta mientras apretaba con fuerza sus ojos, como si intentara desterrar algún mal pensamiento. Acaricié su mejilla con el dorso de mi mano y todo su cuerpo se erizo haciendo que apretara aun más sus párpados; no entendía qué sucedía, cómo había pasado esto… o tal vez, ¿qué había pasado? Toda nuestra familia hacía una media luna alrededor de nosotros, todos sin inmutarse siquiera a respirar. Alice tenía la mano ligeramente alargada hacia el hombro de Rose y la retiraba lentamente, como si cambiase de parecer.
Carlisle fue el primero en romper aquel silencio mortecino que calaba mis huesos e invadía cada rincón de mi mente.
- Rosalie, linda.- dijo extendiendo su mano mientras caminaba, intentando evadir alguna sorpresa; como si tanteara un campo minado. La apreté más fuerte contra mi pecho y la cubrí con mi brazo.- hijo, tranquilo… sólo me cercioraré de que esté bien.- continuó dirigiéndose hacia mí y deteniéndose en seco. Asentí levemente y él me sonrió avanzando de nuevo.
Tomó su mano y levantó su mentón suavemente, observándola con rostro serio; ella se estremeció y se quejó por lo bajo, parecía una niña que no quería ser despertada. Él le habló en un tono muy bajo y ella abrió los ojos lentamente mientras que Carlisle le sonreía.
- Va a estar bien Emmett.- dijo como si pudiese leer mis pensamientos.- sólo necesita reposar un rato más.- concluyó con una sonrisa, cómo si intentara animarme.
La tomé en mis brazos como si fuese la criatura más frágil el mundo y la llevé escaleras arriba hacia nuestra habitación. Puse su cuerpo sobre la enorme cama y retire mis brazos, se removió y tomó mi mano.
- Emmett…-susurró despacio. Me abalancé junto a la cama y tomé su mano; ella abrió sus ojos levemente y pude ver que había vuelto.- ¿q-qué pasó?... Edward le dijo que…- balbuceó mientras intentaba incorporarse sobre sus codos.
- Ya… tranquila, no sé qué pasó… pero Carlisle dice que es mejor que reposes un rato.- dije recostándola de nuevo. Ella soltó un bufido y echó a rodar los ojos. Se incorporó de un salto sobre la cama y me miró tiernamente.
- Vamos Emm… ¿acaso quieres que tome una siestecita?-preguntó irónicamente. Negué con la cabeza respirando honda y ruidosamente, dejando ir el aire sonoramente. Salté sobre la cama y la tomé en brazos dejándonos caer. Ella rió por lo bajo.
- Está bien… pero quédate aquí un rato… ya hay suficientes problemas como para buscar más.- ella asintió traviesamente y se dirigió hacia el baño.
Caminé escaleras abajo y pude escuchar las voces de los demás; en el jardín se encontraban todos de pie, Jasper estaba detrás de Alice con su rostro tenso y una marcada arruga se definía en su entrecejo; ella apretaba su mano con fuerza y de vez en cuando le lanzaba una mirada compasiva y suplicante. Pude entender que él se esforzaba por esconder sus sentimientos, por no dejarlos fluir fuera de su cuerpo. Esme estaba de pie frente a su esposo y lo observaba con un aire dubitativo mientras que él sostenía su mentón entre su índice y pulgar y tenía la mirada perdida.
Cuando salí al jardín todos se viraron rápidamente hacia mí, entonces fue cuando noté que Edward estaba sentado en una de las pequeñas butacas donde Esme solía pasar las tardes; su rostro estaba pálido y hundido entre sus manos y al sentirme aparecer se levantó con un rápido movimiento y me dirigió una mirada interrogativa y torturada a la vez.
- Está bien…- dije levantando mis manos a la altura de mi pecho antes de que alguno dijera nada. Edward respiró aliviado y aterrorizado, aún esperaba la reacción de Rosalie y eso, cómo era totalmente notorio lo aterraba aún.- ya reaccionó, está tomando una ducha.
Pude sentí como reducía un poco la tensión en el aire y empezaban a relajarse; despedí una media sonrisa y todos me contestaron de la misma manera a excepción de Ed que seguía ahogándose en el remordimiento. Me acerqué a él y coloqué mi mano sobre su hombro; dio un respingo y me miró.
-tranquilo hermano, no paso nada.- ”y espero que tampoco pase” pensé con toda sinceridad: él me miró con los ojos abiertos de par en par y respiro fuertemente. ”ella puede ser caprichosa, vanidosa y un millón de cosas más, pero… no es mala persona Edward; esto la hace sentir insegura, es todo así que intenta comprenderla… por favor”; él asintió se levantó para darme una palmada en la espalda.